martes, noviembre 23, 2010

Hablar sin pensar

mis sueños se vuelcan a cosas que no puedo palpar,
maniobras que no puedo evitar para salvarme
y existe un pequeño hueco, por donde ingreso mis ideas
que vagamente residen precariamente por mi sien
consiguiendo despertarme de esa oscuridad
que terriblemente ingreso por un reecoveco de mi corazon
un corazon hueco de todas formas, que necesita tinta
para poder escribir hoy, todo lo que creo haber soñado.
pero me equicovo en las primeras palabras,
no se si sueño, vivo o es todo una mezcla de las dos
los faros que alumbran la salida, callan su luz lentamente
y golpeo contra el fondo de esta estructura
chocando entre si mi moral y mi destino
como creyendo que algo saldra de mi interior,
vuelvo a equivocarme en todo lo que dije recien,
la oscuridad esta bien vista, aunque tal cosa no exista,
mas bien, siento que tengo los ojos abiertos, y no puedo salir d ese estado,
ese estado que me muestra en un laberinto, reitero, cegado por mi voludad
libero al aire palabras que me hagan caer o atravesar esas paredes
pero es nula la respuesta desde el cuerpo que comanda mi mente
lejos, alli, como en otra dimension comprensible o posible.
reniego de mi profunda eternidad, reniego del tiempo que no es tal
y asi, regreso a donde quise empezar a crear algo
pero atrapado seguire, mirando y observando a esa gente
que realmente todos creen vacia y sincera
pero que en realidad observa que nada es como deberia ser
es la razon contra la verdad, tal como lo ven, es asi


Oscuro es el silencio si no se sostiene una palabra detrás, porque todo lo que empezamos a pensar no sale de nuestras bocas causa en nosotros rendimiento y desesperanza, así, conservamos siempre el mismo renglón en nuestra cabeza que automáticamente dispara por sobre aquello que es real.
Luego, toda la redención que provoca callar todo aquello que deseamos gritar, se convierte en la piedra que acapara nuestro camino, nada simple, pero es bueno a veces recordar, pensar y afirmar sobre nosotros mismos que no hay elementos que tuerzan nuestro andar. Saludos.